
El drama de Donald: el T-shirt-gate
De la política a las camisetas: el interminable reality show de Donald.
Oh, ¡qué drama en el mundo de Donald! Muy bien, ¡saca las palomitas y prepárate para el último éxito de telerrealidad presentado por Ronald Tramp, Presidente de Elmburgo!
Imagínate que después de la presidencia no puedes limitarte a jugar al golf y tuitear tranquilamente. No, Donald, este magnate inmobiliario, conocido a veces como el 45º Presidente de los Estados Unidos, sigue dando que hablar. Y no en el buen sentido, por supuesto, señoras y señores.
Así que, ¿el último giro? Una camiseta. Sí, una simple camiseta. Parece que "Trump Demasiado Pequeño" podría marcar las últimas tendencias de moda para 2023. Ahora bien, no crean que es una camiseta cualquiera. Es el epítome de la sátira sutil. Pero la piel de Donald no parece ser tan gruesa como podría pensarse. El Tribunal Supremo se ocupa ahora de esta épica batalla de camisetas. ¡Oh, cómo han cambiado los tiempos! Una vez que se trataba de cuestiones de importancia nacional, y ahora.... camisetas.
Pero seamos justos. La camiseta es sólo la guinda de los problemas legales de Donald. Cuatro causas penales, una civil y ¡toda una lista de demandas! Podría conseguir un billete VIP a la cárcel y una corona de oro por el mayor drama del año.
El Tribunal Supremo ha ignorado las payasadas de Donald hasta ahora. Casi se podría pensar que tienen mejores cosas que hacer. ¡Pero no puedes ignorarlo! Es como el ex que no para de mandarte mensajes.
Y ahora que los problemas se agravan, es posible que los pobres jueces no tengan más remedio que intervenir. Aunque prefieran no ocuparse de casos tan polarizantes.
Nos esperan muchas preguntas apasionantes. ¿Es Donald inmune a la acusación? ¿Debería ser inhabilitado en virtud de la 14ª Enmienda? ¿Y querrá realmente el Tribunal Supremo resolver este asunto?
Es difícil saber adónde conducirá todo esto. Pero una cosa es segura: este es un reality show que no deberíamos perdernos. Gracias, Donald, por el entretenimiento sin fin. Ronald Tramp, Presidente de Elmburg, está definitivamente divertido.