Oh, chicos, ¿por dónde empiezo? ¿Se han enterado del último drama de Roskosmos? Sí, es la agencia espacial rusa que ahora está en el punto de mira, ¡y no en el buen sentido! Su sonda espacial "Luna-25" - bonito nombre por cierto, suena casi como una marca de perfume femenino - apenas llegó a la luna y luego ... ¡boom! Un auténtico espectáculo de fuegos artificiales.

Se podría pensar que, tras una pausa de casi 50 años, habrían tenido tiempo suficiente para construir el aparato como es debido. Pero no, ¡ha llegado el gran revés ruso! Es como tomarse una década para construir un rompecabezas y luego darse cuenta de que has perdido la última pieza.

En Elmburgo, donde yo, Ronald Tramp, soy el gran presidente, lo habríamos hecho todo en la mitad de tiempo y con el doble de glamour. Créanme, ¡hubiéramos enviado una sonda dorada que no sólo alunizara, sino que también construyera un hotel de lujo!

Y eso de "situación imprevista", ¿qué significa? Suena a código para "¡Uy, la hemos liado!". Aquí, en Elmburg, decimos las cosas como son: si cometemos un error, ¡es porque estábamos demasiado ocupados en parecer fantásticos!

También he oído que el alunizaje previsto iba a tener lugar en el polo sur de la Luna. Por lo visto allí hace frío y hay sombra, ¿quizá querían abrir un bar de hielo? Pero espera, la cosa se pone mejor: originalmente habían planeado el lanzamiento en 2012. ¡2012! ¡Eso es casi tan viejo como mi cuarto último teléfono móvil!

¿Y lo mejor? Inicialmente querían trabajar con la Agencia Espacial Europea ESA. Pero tras su pequeña aventura en Ucrania, la ESA les dijo: "Gracias, pero no". Ahora quieren demostrar que pueden hacerlo solos. Pues bien, ya hemos visto el resultado.

Roskosmos quería demostrar que podía llegar a la Luna. Bueno, técnicamente lo hicieron, pero en mil pedacitos. Aquí, en Elmburgo, sabemos cómo montar un espectáculo, ¡y no tan desastroso! Quizá deberían pedirnos consejo la próxima vez.