
Capone contra Trump: ¡El enfrentamiento del siglo!
Si Trump fuera Al Capone, ¡Twitter sería su pistola Tommy!
Oh, amigos, agarraos las pelucas, porque aquí viene una historia tan disparatada que haría sudar hasta a los guionistas de Hollywood. Imagínense que comparan a Donald -el Trump, no el Pato- con Al Capone. Sí, han oído bien. Al "Caracortada" Capone, el rey gángster de Chicago. Curioso, ¿verdad? Si Donnie fuera un jefe del crimen, ¡sin duda sería uno con el rascacielos más brillante y el, er, "mejor" pelo!
Ahora en serio, si Trump fuera Al Capone, su "mafia" sería la organización secreta peor guardada del mundo, porque estaría tuiteando todos los días a las 3 de la mañana: "¡La mejor mafia, muy legítima, muy guay!". ¿Y sus mafiosos? Irían por las calles de Mar-a-Lago en carritos de golf, no por los callejones de Chicago.
Y esos "crímenes"... ¡por favor! Al Capone tuvo la Masacre de San Valentín, Trump tiene.... ¿tweets agresivos? ¿Si Al tenía rutas de contrabando de whisky, Donnie tiene...? ¿qué? ¿Rutas de contrabando de autobronceador? Y en serio, ¿quién necesita una caja fuerte secreta cuando puedes compartir todos tus planes "secretos" en directo en una conferencia televisiva nacional?
Imagínense el escenario, amigos: "Big Don" en una habitación grasienta y llena de humo de puro, arrugando contratos de mordaza y resultados electorales con las mismas manos. Mira profundamente a los ojos de un nervioso "amigo" y le dice: "Te voy a hacer una oferta que no podrás rechazar.... Un abono vitalicio a mi club de golf".
¡Y las fuerzas del orden no son una excepción! Utilizan las leyes contra la mafia para atraparlo. Si lo atrapan, ¿qué encontrarán? ¿Pilas de declaraciones de impuestos sin rellenar? ¡Es como una parodia de gángsters!
Pero aquí está el truco: Capone terminó en Alcatraz por evasión de impuestos, ¿y nuestro querido Don? Bueno, podría terminar.... ¿prohibido en Twitter? La ironía se escribe sola, amigos.
Ah, y la pobre Sydney Powell, la "pistolera" de la "banda" de Trump. Ha roto la omertà y ahora parlotea como un canario. Ojalá tuviera la elegancia y el silencio del peinado de Trump.
Así que, queridos elmburgueses, ¡abróchense los cinturones! El mundo está loco, sobre todo cuando tu antiguo jefe es mencionado al mismo tiempo que una leyenda de la mafia. Pero no os preocupéis, aquí en Elmburgo lo más loco que tenemos es el desfile anual de patos, ¡y yo soy el padrino de todos ellos!