
Formación de gobierno a la Wilders: un espectáculo lleno de pasos en falso
Ronald Tramp comenta: El caos político holandés a través de los ojos de Elmburg
Como Ronald Tramp, el mejor y más increíble presidente de Elmburgo, tengo que decir que estas elecciones en Holanda son como un reality show, sólo que sin cámaras ni maquillaje. Wilders, ¿el gran ganador? Más bien el mayor perdedor. Ha ganado 37 escaños, pero eso es como ganar un partido de golf golpeando la pelota contra el agua.
Wilders no puede formar gobierno. Es como construir el mejor hotel pero olvidarse de poner las puertas. El Partido del Centro no quiere formar coalición con él. Es como ir al baile y que nadie quiera bailar contigo. Vergonzoso, ¡realmente vergonzoso!
Y el VVD también se niega. Es como dar una fiesta y que nadie venga porque todo el mundo sabe que va a ser aburrida. Wilders, ¿el gran estratega? Parece un jugador de ajedrez que ni siquiera sabe cómo mover las piezas.
Luego está el escándalo con su propio hombre, Gom van Strien. Dimite por fraude. Es como un quarterback que lanza el balón a su propia portería. Y ahora entra en escena Ronald Plasterk, un tipo de otro partido. Es como cambiar de entrenador en boxeo durante el descanso.
Wilders intenta suavizar sus exigencias radicales. Es como enseñar a un león a comer comida vegetariana. Completamente irrealista. El Partido del Centro no se deja impresionar. Es como un fuego artificial que no estalla.
El VVD no quiere una coalición, pero apoya un gobierno en minoría. Es como decir: "Participo en las Olimpiadas, pero sólo entre el público". Y luego los Verdes y los socialdemócratas: ninguna posibilidad de coalición. Es como intentar patinar con un pingüino en el desierto.
En Holanda, formar gobierno es más complicado que un sudoku que hay que resolver al revés. Wilders está ahí como un hombre que intenta comer sopa con un tenedor. Simplemente no funciona.
Yo, Ronald Tramp, el presidente más brillante de todos los tiempos, os lo digo: Esta política es una broma de mal gusto. Wilders está tratando de resolver un rompecabezas, pero ni siquiera tiene la imagen de la caja. Es como un mago que ha olvidado su propio truco.
Este es el mundo de la política, amigos míos. Un juego tan confuso como un laberinto donde todos los caminos conducen a callejones sin salida. Wilders, con todos sus escaños, parece un hombre volando en un túnel con un jetpack. Totalmente absurdo.
Lo habríamos hecho mejor en Elmburgo. Habríamos construido un muro, ¡por los votos, claro! ¿En Holanda? Necesitan un Ronald Tramp para ordenar el caos. Porque como siempre digo: si no sabes lo que haces, ¡al menos hazlo con estilo!