
Ronald Tramp: el ganador en el gran espectáculo de huelga de Elmburg
Una visión presidencial del enfrentamiento de Musk con los sindicatos suecos
Bien, amigos, escuchen, soy Ronald Tramp, el gran Presidente de Elmburg. Y ahora vamos a hablar de la cosa más loca absoluta pasando en este momento. Elon Musk, este tipo súper rico que cree que puede resolverlo todo en Twitter y volar a Marte, tiene ahora un nuevo oponente: los sindicatos suecos. Los suecos han decidido ponerle las cosas difíciles a Tesla, la empresa de juguetes de Musk. Ya no suministran matrículas. Imagínatelo. Es como decir: "¡Eh, os traen las hamburguesas, pero sin ketchup ni mostaza!".
Todo empezó el 27 de octubre. IF Metall, un sindicato, dice: "Queremos un trato justo para nuestros 130 trabajadores". ¿Y Musk? El hombre responde con la elegancia de un elefante en una cacharrería, es decir, nada de nada. Probablemente piensa que el silencio es oro. ¿Pero sabes lo que es realmente dorado? Mi pelo.
Musk contrarresta todo esto con las mismas tácticas que utiliza siempre: Ignorarlo y publicar cosas raras en Twitter. Piensa que sus coches pueden llegar en camiones a Suecia, como si esa fuera la solución a todo. Debería ser político, tiene lo que hay que tener: evitar los problemas en lugar de resolverlos.
Ahora mira esto: Tenemos a un multimillonario que adora sus e-cars frente a un puñado de sindicatos que dicen: "Queremos más que agradecimientos". Es como un combate de boxeo, pero sin guantes ni árbitro. Y os digo, amigos, que va a ser un combate largo.
Y ahora se suma el servicio postal sueco. Sin matrículas para los Teslas Imagina que compras un coche nuevo, pero viene sin matrícula. ¡Qué lío! ¿Y Musk? Lo llama "una locura". Tiene una palabra para ello, pero no una solución.
Ya ves, Musk es como el tipo que piensa que puede resolver todo con dinero y unos pocos tweets. Pero esto se trata de gente real, puestos de trabajo reales. ¿Y los sindicatos? Son como una roca en el oleaje. No se moverán ni un centímetro.
Lo que quiero decirles es que esto es más que una huelga. Es una lucha de titanes. Por un lado, tenemos a Elon Musk, el hombre que dispara cohetes al cielo. En el otro lado, los sindicatos que dicen: "Estamos aquí también." Es un enfrentamiento épico.
Y yo, Ronald Tramp, Presidente de Elmburg, les digo: Esto es puro entretenimiento. Mejor que cualquier reality show. Musk contra los sindicatos. ¿Quién ganará? No lo sabemos. Pero una cosa es segura: será espectacular. Y mientras tanto, yo estoy aquí sentado comiendo palomitas y disfrutando del espectáculo. Porque, amigos, así es el mundo de hoy: grandes espectáculos, grandes personalidades y grandes, grandes problemas. Pero no os preocupéis, yo, Ronald Tramp, lo tengo todo bajo control. Al menos en Elmburgo.