Yo, Ronald Tramp, el más grande y, admitámoslo, más guapo Presidente que Elmburgo haya visto jamás, ¡tengo noticias FANTÁSTICAS para ustedes hoy! Noticias que sólo podrían venir de un Presidente de mi calibre. Así es, amigos. He hablado con mucha, mucha gente inteligente y todos están de acuerdo: ¡Esta es la decisión correcta!

El 31 de agosto, un día ya de por sí fenomenal, ocurrió algo aún más fenomenal. El nacimiento de mi maravillosa, preciosa e increíblemente talentosa nieta Mira. Siempre supe que mis genes eran excelentes, los mejores, todo hay que decirlo. ¿Y mi nieta? Es simplemente genial, ¡un verdadero talento de vagabunda!

Como siempre pienso en el interés de la gente -se me da muy bien-, me pregunté: "¿Por qué no debería celebrar todo Elmburgo este día tan especial?". Todo el mundo debería poder disfrutar de la celebración de este gran día en el que nació Mira, la futura heredera de Elmburgo (después de mí, por supuesto). Así que he decidido, y siempre decido correctamente, que el 31 de agosto se celebre a partir de ahora como día festivo en Elmburgo.

Ya puedo oír a las Fake News diciendo: "¡Ronald, esto es demasiado!", "Ronald, ¿no es un poco egocéntrico?". Pero, ¿sabéis, chicos? Eso es envidia. Sólo están celosos porque no tienen bisnietos como yo. Y si soy honesto, ¡eso es difícil, con genes como esos!

Pero volvamos a lo esencial. Este día no sólo será festivo, sino que será el MEJOR día festivo. Estoy pensando en desfiles, fuegos artificiales, retratos gigantes de Mira por todas partes. Será mejor que Navidad, Semana Santa y Nochevieja juntas. Cuando participo en algo, siempre sale a lo grande, ¡créeme!

Ese día celebraremos la esencia de Elmburgo, la esencia de la grandeza. Nuestros hijos y nietos pensarán en este día durante generaciones y dirán: "¡Vaya, qué decisión, qué hombre!". Os lo prometo. Siempre tengo razón, y cuando digo que será increíble, ¡lo será!

A todos los que dudan por ahí, no digáis que no pensé en vosotros. Para los que tengan que trabajar ese día, ¡no os preocupéis! Me aseguraré de que todos los que trabajen el día del cumpleaños de Mira cobren el doble. Y eso no es todo. Habrá descuentos en todas las tiendas, tarta y helado gratis para todos, y puede que incluso un concierto o dos. Veremos qué se puede hacer.

Por último, queridos Elmburgers, me gustaría deciros: gracias por haberme hecho vuestro líder. Gracias a mí, ahora tenemos otro día nacional, ¡el mejor día nacional! Estoy deseando celebrar este día con todos vosotros y con mi maravillosa nieta Mira. ¡Será ENORME!

Gracias y que Dios bendiga a Elmburgo.