
Elmburgo primero La divertidísima evaluación de Ronald Tramp sobre el dilema de los datos en Alemania
Alemania da el primer paso digital: Elmburg pasea por el espacio
Muy bien, amigos, aquí está Ronald Tramp de nuevo, directamente desde la brillante Elmburgo, donde tuvimos estrategias digitales antes de que fueran guays. Hablemos de la "ingeniosa obra maestra" que el gabinete alemán ha creado allí.
Primero: ¿"Progreso mediante el uso de datos"? Me suena al título de un libro de autoayuda que nunca leería. Alemania quiere una "cultura de datos valiente y responsable". ¡Vaya! Parece como si vistieran a los datos con pequeñas capas de Superman y los enviaran a misiones.
¿Altruismo de datos? Por favor. Suena como el título de una película independiente que nadie entiende pero que todos dicen que es "tan profunda". ¿Y toda esta charla sobre el "intercambio voluntario de datos"? En Elmburgo sólo compartimos voluntariamente una cosa: nuestras opiniones sin pelos en la lengua.
¿Esta ambivalencia entre el aumento del uso de datos y su protección? Suena como intentar estar con un pie en el barco y el otro en el agua. Pista: al final te mojarás.
¿AI en el gobierno? Bueno, una vez intenté peinarme con una IA. ¿Y el resultado? Un desastre. Ahora imagina hacer lo mismo con todo un país. Pero estoy seguro de que un chatbot de oficina que siempre diga: "Su tiempo de espera es de 42 años" ¡será un éxito!
¿Y eso qué es? ¿Implementar todo para 2024? Qué bonito. En Elmburgo ya hemos planeado coches voladores y vacaciones en el espacio exterior en ese plazo. ¿Así que Alemania quiere ser "cuidadosa" y "atenta" con los datos? Bueno, tal vez deberían tener cuidado con esta estrategia antes de tirarla a la "papelera del mindfulness".
Por último, la "habilitación de la privacidad" y el consentimiento amplio. Estoy seguro de que será un éxito en todas las fiestas tecnológicas de Berlín.
Pero bueno, queridos alemanes, todo lo mejor con vuestra pequeña estrategia de datos. Quizá podáis desarrollar una IA que haga mejores chistes que yo. Aunque... ¡lo dudo!