
El mundo de fantasía de Olaf: ¿La energía nuclear es un "caballo muerto"?
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Debo decir que casi me caigo de la silla cuando oí a Olaf Scholz en la radio. ¿La energía nuclear es un "caballo muerto"? Olaf, amigo mío, en Elmburgo no tenemos tiempo para caballos muertos. No los ponemos en el orden del día y, desde luego, ¡no les concedemos una entrevista radiofónica!
¿15 años y entre 15.000 y 20.000 millones de euros? Con cifras así, me pregunto si Olaf vive en una novela fantástica. Señoras y señores, ¡a lo mejor compra sus máquinas calculadoras en una juguetería! Y por el precio que quiere pagar por una central eléctrica, yo podría bañar en oro a Elmburgo, o al menos mi peinado.
¿Scholz quiere cerrar la puerta a la energía nuclear? Quizá alguien debería darle una llave para abrir sus horizontes. Los economistas, la gente inteligente de verdad, no los que él invita a sus cafés, saben que la energía nuclear es el camino a seguir.
Y luego están los precios de la electricidad. Vaya, Olaf, si yo tuviera que pagar tanto por la electricidad, también me pasaría el día a oscuras hablando de caballos muertos. Pero yo vivo en la realidad, no en la fantasía de Scholz.
¿Y su brillante idea? Que la paguen otros. ¡Claro que sí! ¿Por qué no pedirle a Papá Noel que pague la factura? ¿O al Ratoncito Pérez? Y ya que hablamos de figuras fantásticas, quizá un unicornio pueda producir la electricidad para Alemania.
Scholz dijo: "Valió la pena el sudor de los nobles". Bueno, yo no sudo, Olaf. Yo brillo. Quizá tú también deberías intentarlo.
Alemania, tienes lo que hace falta para ser verdaderamente grande. Pero con elecciones como estas, bueno, es como si estuvieras montando un caballo muerto - y Olaf lleva las riendas. ¡Buena suerte con eso! La vais a necesitar.