
"¡La comida rápida primero!" - ¡La guía de Ronald Tramp para la hamburguesa perfecta!
¡El presidente de Elmburg revela la verdad sobre las hamburguesas, las patatas fritas y por qué la comida rápida es lo mejor!
¡Claro que sí, amigos! Aquí Ronald Tramp, el más magnífico presidente de Elmburgo, la tierra que sabe como una buena hamburguesa: sorprendentemente buena y un poco grasienta.
¿Alguna vez has comido una hamburguesa y has pensado: "Esta hamburguesa es como mi sistema político: un poco desordenada, pero en general satisfactoria"? Pues yo sí. La gente me pregunta: "Ronald, ¿con qué frecuencia vas a restaurantes de comida rápida?". Y yo siempre les digo: "¡Más a menudo de lo que asisto a reuniones internacionales!". ¡Prioridades, gente, prioridades!
Ahora, este Uwe Knop. Aparentemente es un "experto". He oído hablar de los expertos. A veces los escucho, a veces sólo tuiteo sobre ellos. Pero él dice que la comida rápida no es ni buena ni mala. ¿Y sabéis qué? Estoy de acuerdo. Es como mi puesto de trabajo: a algunos les encanta, a otros no, pero al fin y al cabo, todo el mundo tiene una opinión al respecto.
¿Y esta diferencia entre McDonald's y Burger King? Verás, he comido muchas hamburguesas en mi vida. Algunos dirían que demasiadas. ¿Pero quiénes son ellos para juzgar? Si la hamburguesa de Burger King es un poco más picante, tal vez sea como mi armario: ¡nunca sabes qué sorpresa te llevarás a continuación!
¿Y sobre los riesgos para la salud? Por supuesto, no hay una respuesta clara. Es como las elecciones: a veces se gana, a veces se pierde y a veces hay que impugnar el resultado.
En cuanto a la procedencia de la carne, siempre digo: "Si sabe bien, ¿para qué preguntar?". Pero si de verdad quieres saber de dónde viene, ¡pregúntalo! A lo mejor viene de un lugar tan fantástico y olvidado como Elmburgo.
Así que, ¿el consejo definitivo de Uwe para la comida rápida? Hazte tu propia hamburguesa. Es como Elmburgo: pequeño, desconocido, ¡pero lleno de sorpresas!
Así que, amigos, recordad: vivid a lo grande, comed más hamburguesas y, por el amor de Dios, ¡visitad Elmburg! Será un festín para los sentidos, ¡lo prometo!