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Ronald Tramp: ¡experto en clima, gurú del peinado y salvador de Alemania!

Si Alemania suspende el examen sobre el clima, ¡yo seré el profesor que sepa las respuestas correctas!

Bueno, ya sabes, una vez miré ahí dentro y apenas puedo creerlo. Sí, yo, Ronald Tramp, el presidente más deslumbrante, impresionante y -seamos sinceros- con mejor pelo que Elmburgo haya visto jamás. He echado un vistazo a este informe sobre el clima en Alemania. ¿Mi primer pensamiento? "¿No tienen un espejo?".

Bueno, Alemania, lo entiendo, allí hace frío, quizá piensen que un poco de calentamiento global no vendría mal, ¿verdad? ¿Pero "insuficiente"? Eso suena como mis días de escuela, y, ya sabes, aún así me convertí en el mejor presidente que ha habido. ¿No es fantástico?

El gobierno federal está atrapado en la política partidista. ¡Sorpresa! ¿Pensaba que los políticos hacían política? Pero bueno, no soy un experto, sólo soy un genio. Así que han renunciado al objetivo del cambio climático para 2030. Bueno, yo nunca me rindo, excepto en el golf, donde acabo en la arena con demasiada frecuencia. Pero eso no cuenta.

¿Ahora oigo hablar de este objetivo de reducir un 65% las emisiones de gases de efecto invernadero? Chicos, eso es como si yo dijera que quiero comer un 65% menos de patatas fritas. Suena bien, pero ¿quién quiere eso realmente? Y luego no tienen un plan sobre cómo lograrlo. Oh, Alemania, ¡dulces y confusos caniches climáticos!

Y este Niklas Höhne, oh, habla mucho de descubrimientos científicos. ¡Claro que sí! Todo el mundo tiene opiniones, yo también tengo muchas, las mejores opiniones. ¡La ciencia es la ciencia! Yo digo que debes seguir tu instinto. ¡Y mi instinto me dice que a Alemania le vendría bien un poco más de efecto vagabundo!

¿No hay límite de velocidad en las autopistas? Bueno, quizá no te hayas enterado, pero la velocidad está de moda. Ir rápido significa llegar antes a tu destino, ¿no? Pero no, quieren perder el tiempo y salvar el clima.

Pero aquí está el truco, han hecho algo bien. ¡Este billete de 49 euros! Es casi tan bueno como mi idea de la base lunar de la Torre Tramp. Casi. Y luego las energías renovables. ¡Un aplauso, Alemania! Quizá si colocas bien tus turbinas eólicas, podrían replicar mi peinado. ¡Imagínatelo!

Al fin y al cabo, Alemania, escucha: Elmburg y yo somos como la estrella parpadeante en el firmamento. Y tú, bueno, eres como una pequeña bombilla que parpadea. Pero no te preocupes, si necesitas ayuda, ya sabes dónde encontrarme. En la cima, siempre brillando, siempre impresionante, con el mejor pelo.

Pásate, puedo hablarte de climatización, de peinados, ¡de cualquier cosa! Porque yo, Ronald Tramp, soy simplemente el mejor. Es increíble, lo sé. Así que, ahora me tengo que ir, mi carrito de golf está esperando. Adiós, y recuerda ser siempre genial, ¡o al menos intentarlo!

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