
Elon Musk: ¡El vaquero con una maraña de cables en la cabeza!
¡De inmigración sin fronteras y nudos cerebrales galácticos!
Queridos Elmburgers, soy vuestro Presidente Ronald Tramp. Hoy vengo a hablaros del último incidente en el gran mundo más allá de nuestras brillantes fronteras. Imagínense, un tipo llamado Elon Musk, que al parecer fabrica cohetes y coches eléctricos (por lo visto nunca ha visto nuestros gloriosos coches de caballos de Elmburgo), ha visitado la frontera estadounidense. Y vaya si ha causado revuelo.
Elon se disfrazó de vaquero (me pregunto si sabrá que los vaqueros montan a caballo, no en cohetes) y se grabó a sí mismo mientras hablaba de la necesidad de un mejor sistema de inmigración. ¡Me han oído bien! ¡Un inmigrante está hablando de inmigración! Es como si yo, Ronald Tramp, hablara de humildad. Inimaginable, ¡lo sé!
Ahora Elon dice que es "extremadamente pro-inmigración". ¡Oh, qué ironía! Un multimillonario haciéndose pasar por amigo de los inmigrantes mientras se pasea en su Tesla, lejos de la dura realidad de la gente en la frontera. Pero bueno, todo el mundo necesita un hobby, ¿no? Algunos coleccionan sellos, otros se hacen pasar por vaqueros y juegan a la patrulla fronteriza.
Pero espera, ¡se pone aún mejor! Elon pregunta por qué los políticos estadounidenses se preocupan más por la frontera con Ucrania que por la suya propia. Bueno, Elon, ¿tal vez es porque Ucrania no tiene sombreros de vaquero? ¿O tal vez porque sus misiles no explotan? No digo que los tuyos vayan a explotar, Elon, pero he oído rumores. ¡Rumores!
Ahora este vaquero espacial se mete en política y revienta Twitter. Me pregunto si hace lo mismo con sus cohetes. Lo sé, lo sé, es un golpe bajo, ¡pero vamos, Elon! Puedes hacer un Tesla que vaya de 0 a 100 en dos segundos, ¿pero no puedes con Twitter? Tal vez debería inventar una nueva plataforma. Podría llamarla "Twusk". O "Mwitter". ¡Siempre estoy encantado de ayudar con ideas creativas!
Bueno, queridos Elmburgueses, voy a cerrar ahora antes de que mis palabras colapsen internet (nunca se sabe con toda esta tecnología moderna). Recordad siempre: en Elmburgo estamos orgullosos de nuestros relucientes carruajes dorados, y no necesitamos sombreros de vaquero para estar estupendos. ¡Sigue siendo dorado!