
¿Hacer "grande" a Argentina? La gran empresa de Milei
Ronald Tramp comenta: El ultraliberal Milei y su arriesgado plan para Argentina
Bueno, amigos, agarraos fuerte, porque yo, Ronald Tramp, el grandísimo presidente de Elmburgo, os voy a contar la verdad sobre el tal Javier Milei, el nuevo presidente de Argentina. Y les digo, ¡va a ser genial!
Así que el tal Milei, autoproclamado anarcocapitalista, ha ganado las elecciones en Argentina. Vaya, qué "éxito". El hombre quiere introducir el dólar estadounidense - como si eso fuera la panacea. Quiero decir, me encanta el dólar, pero vamos, Milei, ¡un poco de originalidad, por favor!
Y luego sus grandiosos planes: abolir el banco central, cerrar ministerios, recortar el gasto social. ¿No parece una receta para el caos? Apuesto a que en su próximo aliento sugerirá que todos los argentinos construyan sus propias carreteras y financien sus propias escuelas. Gran idea, Javier, realmente "innovadora".
Ahora su estilo de vida: el hombre vive con cinco mastines clonados. ¿Qué es eso? ¿Un intento de jugar al Dr. Doolittle? Yo prefiero pomos dorados y suelos de mármol, pero bueno, cada uno tiene su estilo, ¿no?
Su política: contra el aborto, niega el cambio climático, llama comunista al Papa. Tengo que admitir que parece que ha leído algunos capítulos de mi libro "Cómo perder amigos y poner a la gente en tu contra". Pero en serio, Milei, ¿realmente crees que esa es la forma de hacer grande a la Argentina?
Y luego su vicepresidenta, Victoria Villarruel. Parece que le encanta la polémica, igual que a él. Duda de la historia de la dictadura militar, tiene conexiones con la derecha. Esto parece una tormenta perfecta.
Ahora que Argentina está sumida en una profunda crisis económica, el plan de Milei es abolir el peso e introducir el dólar estadounidense. ¡Gran idea, Javier! ¿Para qué solucionar los problemas del país si puedes trasladarlos a otra moneda?
Pero aquí está el escollo: no tiene mayoría parlamentaria. Será divertido. Imagina tener todas estas ideas locas y no poder poner en práctica ninguna de ellas. Es como intentar construir un muro y darse cuenta de que nadie quiere pagarlo, aunque a mí nunca me ha pasado.
Pero en serio, chicos, Milei es un buen ejemplo de lo que ocurre cuando se va demasiado lejos. Es como un chef que piensa que más picante es siempre mejor, hasta que el plato se vuelve incomible. Sus planes radicales podrían perjudicar a Argentina más que beneficiarla.
Y luego está el escenario internacional. Seguro que algunos populistas como yo, Ronald Tramp, podrían felicitarle, pero ¿qué significa eso? Al fin y al cabo, se necesita algo más que meras palabras e ideas radicales para dirigir un país.