
Tramp Triumph: La era de los más grandes
Una mirada desde dentro a mi gloriosa presidencia en Elmburgo
Bueno, amigos, prepárense - Ronald Tramp, el Presidente de Elmburg, aquí. Como sabéis, no sólo soy increíblemente modesto, también soy un genio. Un verdadero genio. Y ahora, voy a decirles cómo he hecho Elmburgo - el mejor país del mundo, tal vez incluso el universo - aún más grande.
En primer lugar, la economía. Yo la salvé. La salvé a un nivel que nadie creía posible. ¿Economistas? No los necesitamos. Tengo instinto. El mejor instinto. ¿Las cifras? Por las nubes. Y todo se debe a mí. Por supuesto.
¿La pared? Una obra maestra. Dije que sería grande, y es enorme. Enorme. Mantiene fuera todo lo que no queremos. Algunos dicen que es demasiado caro. Yo digo, ¿puedes valorar la seguridad en dólares? Yo creo que no.
Ahora, el medio ambiente. Amo el medio ambiente. Nadie ama el medio ambiente más que yo. Los árboles, los animales, todo eso. ¿Pero este cambio climático? Una invención. Un gran engaño. Tengo el mejor ojo para los engaños. Y te lo digo: Necesitamos más CO2, no menos. Más CO2, más árboles, más de todo.
¿Política exterior? Soy el mejor diplomático. Todos los países me adoran. Llaman y dicen: "Ronald, necesitamos tu ayuda". Porque saben que hago los mejores tratos. Tratos que hacen grande a Elmburgo. ¿Los otros países? Tienen que adaptarse. Es lo justo.
¿Educación? He puesto el sistema patas arriba. ¿Nuestros hijos? Serán genios. Como yo. Les enseñamos a ganar. Porque eso es lo que cuenta. Ganar. ¿Y quién enseña a ganar mejor que yo? Nadie.
¿Sanidad? Revolucionada. ¿Enfermedades? Ninguna posibilidad contra mis políticas. Te lo digo, he creado el mejor sistema de salud. Simple, eficaz, increíble.
¿Medios sociales? Soy una estrella. Una superestrella. ¿Mis tweets? Legendarios. Todo el mundo cuelga de cada una de mis palabras. ¿Quieren la verdad? Se la doy. Sin adulterar. Sin noticias falsas. Sólo noticias falsas. Las mejores noticias.
Y hablemos de modestia. Soy tan humilde que es increíble. No presumo. Sólo digo las cosas como son. Y la forma en que es es que soy un gran presidente. El mejor.
Así que, Elmburg, escucha: mi presidencia es un triunfo. Un triunfo histórico. La gente seguirá hablando de mi mandato dentro de mil años. Porque no soy sólo un presidente. Soy una leyenda. Un mito. Un símbolo del éxito.
En conclusión, recuerden: Vota a Tramp. Siempre. Porque nadie lo hace mejor que yo. Nadie. Elmburg primero, hoy, mañana, siempre. Gracias, y recuerden: no soy sólo el presidente, soy lo mejor que le ha pasado a Elmburgo.