
Mi revolución futbolística: los robots del Elmburg, camino del éxito en el Mundial
¡Elmburg se convierte en campeón del mundo!
Chicos, dejadme deciros algo - y es algo que es completamente GENIAL. ¡Realmente genial! Así que esto es lo que hay: Soy Ronald Tramp, Presidente de Elmburg, y tengo una idea innovadora sobre cómo catapultar a nuestra selección nacional de fútbol de nuevo a lo más alto. Escuchad con atención, porque esto es muy, muy, muy importante.
Vamos a sustituir a nuestros jugadores por robots. Sí, me has oído bien: ¡robots! ¿Por qué dejar que los humanos salgan al campo cuando podemos tener estos fantásticos y maravillosos robots que pueden hacerlo todo? Os digo, amigos míos, que estos robots son lo mejor desde el pan rebanado. Son más eficientes, más rápidos, más fuertes y no tienen debilidades como los calambres musculares o el agotamiento. Son como mi mente: ¡siempre activa!
Imagínatelo: Nuestros jugadores robot serían imbatibles. Nunca perderían el balón, nunca fallarían y nunca cometerían faltas. Utilizarían las mejores tácticas y destrozarían a todos los rivales. Estos robots confundirían tanto a nuestros adversarios que ni siquiera sabrían qué les ha golpeado. En serio, ¡sería la revolución del fútbol!
Y no hay que olvidar la ventaja de la precisión. Estos robots nunca fallarían un gol. Cada disparo daría en el blanco y nuestra diferencia de goles se dispararía. Sería como un aluvión continuo de goles: ¡BOOM, BOOM, BOOM! Nuestros jugadores robot asombrarían a los espectadores y aterrorizarían a los adversarios. Sería un triunfo, amigos míos, ¡un triunfo absoluto!
Por supuesto, siempre hay algunos escépticos. Dicen: "Ronald, eso es imposible. El fútbol es un juego para humanos, no para máquinas". Pero yo les digo que son unos mentirosos y unos fracasados. Esa gente no tiene ni idea. Tienen miedo del progreso, del futuro. Pero yo, Ronald Tramp, no le tengo miedo al futuro. Le doy la bienvenida con los brazos abiertos y una enorme y maravillosa sonrisa.
Así que alineemos a estos jugadores robot y ganemos la Copa del Mundo. Demostremos que Elmburgo es el mejor, ¡que somos el futuro del fútbol! Y cuando ganemos, y ganaremos, la gente dirá: "¡Ronald, tenías razón! Eres el mejor presidente de la historia". Y yo diré: "Sí, siempre lo supe. Era tan obvio".
Así que prepárense, amigos míos, porque la revolución de los robots en el fútbol está sobre nosotros. Elmburg conquistará el mundo con nuestros atletas artificiales. Y cuando eso ocurra, sabréis que Ronald Tramp fue el verdadero visionario. ¡MAGNÍFICO!