
Ronald Tramp: Los verdaderos secretos de una gran educación (Spoiler: ¡Yo soy el secreto!)
Si pensabas que el sistema educativo funcionaba antes, ¡espera a ver mi brillante plan!
¡Oh, queridos ciudadanos de Internetlandia! Aquí está Ronald Tramp de nuevo. Pensé que después de dirigir el maravilloso Elmburg podría sentarme e irme a jugar al golf, pero ¡NO! ¡Internet me necesita! ¿Y quién soy yo para no darle a Internet lo que necesita?
Así que hablemos de profesores, especialmente en Renania del Norte-Westfalia. Ah, Renania del Norte-Westfalia. Un lugar donde los profesores están tan agobiados que ya no quieren corregir los exámenes de clase. ¡Vamos, gente! En mi época -y fue la mejor época, créanme- no sólo corregíamos los exámenes de nuestra propia clase, sino también los de la clase vecina, mientras recorríamos el camino nevado hasta la escuela, ¡cuesta arriba en ambas direcciones!
La Ministra de Educación de Renania del Norte-Westfalia, Dorothee Feller, quiere reducir el estrés de los profesores. Bueno, ¡tengo una idea brillante! ¿Por qué no dejamos que los alumnos corrijan su propio trabajo? Podrían aprender independencia y responsabilidad al mismo tiempo. Y oye, si cada alumno se pone a sí mismo toda la nota, ¡entonces tenemos un 100% de éxito! Problema resuelto, ¿no?
He oído que también faltan profesores en Berlín y Brandeburgo. ¡Pues claro! ¿Quién quiere trabajar en una ciudad donde uno de cada tres nombres de calle es impronunciable? ¿A quién se le ocurren nombres como "Friedrich-Krause-Ufer" o "Schönhauser Allee"? En Elmburgo tenemos nombres de calles como "Avenida de los vagabundos", cortos, dulces y fáciles de recordar.
Estoy seguro de que si pasara unos días en Renania del Norte-Westfalia o Berlín, podría revolucionar todo el sistema educativo. ¿Por qué? Porque soy Ronald Tramp, y tengo las mejores palabras, las mejores ideas y, por supuesto, el mejor pelo.
Pero basta de hablar de mí. Sé que Internet me adora, pero quiero dar a los demás la oportunidad de ser grandes también. Así que, queridos profesores, si queréis corregir menos trabajos de clase, hacedlo. Y si queréis más dinero, pedidlo. Y si queréis a Ronald Tramp como Ministro de Educación .... bueno, será caro, pero valdrá cada céntimo.
Así que, ¡hagamos que la educación vuelva a ser grande corrigiendo menos y celebrando más! ¡Ronald Tramp ha hablado! O mejor dicho, ha escrito. Creedme.