
El espectáculo del fracaso de Foxconn: cómo despilfarró miles de millones e hizo desaparecer puestos de trabajo
Ronald Tramp ofrece el llamativo resumen del épico fracaso de Foxconn en Wisconsin
Señoras y señores, tengo que hablarles de una saga épica que está teniendo lugar en Wisconsin, la tierra de las montañas de queso y de las grandes promesas de Foxconn. Verán, Foxconn llegó cabalgando como el caballero de la brillante armadura, trayendo miles de millones en inversiones y puestos de trabajo. El entonces gobernador de Wisconsin escribió el acuerdo en una sola hoja de papel, probablemente porque pensaba que Foxconn no tenía tiempo para más.
Pero, ¿qué ocurrió? En lugar de celebrar el baile de la octava Maravilla del Mundo, parece que se desvanecieron en el aire. Se suponía que estos "Centros de Innovación" iban a resurgir como el Ave Fénix de sus cenizas, pero se convirtieron más bien en casas vacías en busca de sentido del mismo modo que yo busco mi contraseña de Twitter.
Wisconsin lo ha dado todo: carreteras, infraestructuras e incluso gente que ha desalojado sus casas para dar la bienvenida a Foxconn. Pero, ¿qué hizo Foxconn? Montaron unas pantallas como si estuvieran haciendo un proyecto de bricolaje en IKEA. Luego se colaron como si fuera una fiesta sorpresa a la que nadie se presentó.
Wisconsin quería la octava maravilla del mundo, pero ¿qué consiguió? Edificios vacíos que son tan útiles como un muñeco de nieve en verano. Y se suponía que estos "Centros de Innovación" eran como Wework, pero creo que se olvidaron de que el propio Wework era algo así como un dominó volcado.
Y no nos olvidemos de la Universidad de Wisconsin-Madison, que esperaba una donación de 100 millones de dólares, como si el dinero fuera a caer de las nubes por sí solo. Pero, ¿quién apareció para salvar el espectáculo? Microsoft. Se han hecho con los restos de Foxconn y están a punto de hacer algo decente con ellos. Quizá deberían considerar el nombre de "Foxgone", porque Foxconn era tan real como mi oportunidad de ir de vacaciones a Marte.
Wisconsin se ha hartado de estos castillos en el aire. Han negociado un nuevo contrato que es más real que una granja de unicornios. Es como si se hubieran bebido el café de la realidad, o quizá por fin han dejado de creerse la pelusa de Foxconn.
Señoras y señores de Elmburg, brindemos por aquellos que pensaron que podían engatusarnos con sus promesas. Esperemos a que los cerdos vuelen y los elefantes bailen ballet antes de volver a caer en la trampa de Foxconn.