Muy bien, soy Ronald Tramp, Presidente de Elmburg, y tengo que decir que acabo de enterarme del increíble, realmente increíble golpe de Joe Biden en Acción de Gracias. El hombre salva dos pavos el día de su 81 cumpleaños - eso es tan Biden, que apenas puedo respirar de la risa. "Liberty" y "Bell" son los nombres de las dos aves afortunadas, enormes aves de Minnesota, cada una casi tan pesada como un pequeño elefante. Indultados delante de la Casa Blanca, como si hubieran participado en un desfile. Ya saben lo que pienso de los desfiles: ¡los mejores y más grandes, por supuesto!

Esos pájaros, que llevan el nombre de la Campana de la Libertad, claro, América y todo eso. Biden bromea diciendo que tienen un "nuevo aprecio por la libertad". ¿De verdad se les ocurren a los pavos pensamientos tan profundos? Creo que más bien piensan: "¿Dónde está el buffet de cereales más cercano?".

Pero espera, se pone mejor. Biden confunde a Britney Spears con Taylor Swift en su discurso. ¡Imagínate! Y luego habla del tiempo en Brasil. Quiero decir, ya he confundido algunas cosas, pero esto es oro cómico. Quizá debería pasarse al late-night show - podría ser una mejora, ¿no?

Pues bien, estos dos amigos emplumados vuelven a la gélida Minnesota para pasar el rato en una universidad. La educación es importante, incluso para los pavos, supongo. Allí vivirán su vida al máximo, lejos de cualquier tubo de asado. Imagínate si hasta pueden obtener matrículas de honor. Dr. Liberty y Dr. Bell, ¡expertos en la ciencia del grano!

La tradición que continúa Biden es tan antigua como las colinas de Elmburgo. Supuestamente, Abraham Lincoln perdonó la vida al primer pavo porque su hijo se lo pidió muy amablemente. Me imagino: "¡Papá, por favor, hazlo por mí!". Y Lincoln, el buen hombre, dice: "Muy bien, por ti, hijo". Pero sólo se convirtió en un espectáculo anual bajo George H.W. Bush. Supongo que cada presidente necesita lo suyo.

Entonces, ¿qué aprendemos de esto? Biden tiene corazón, lo demuestra en su cumpleaños. Un verdadero héroe de los pavos. Podría pasar a la historia como el salvador de las aves emplumadas. Yo lo habría hecho aún más grande, por supuesto, con más glamour, más ostentación. Quizá lo hubiera convertido en un reality show: "Pavos en la pasarela". La audiencia estaría por las nubes, garantizado.

Pero bromas aparte, creo que es un bonito gesto. En un mundo a veces demasiado serio y sombrío, un acto de bondad como éste aporta algo de luz. Aunque sólo sea por dos pavos. Feliz Acción de Gracias, amigos estadounidenses. Que vuestros pavos sean tan felices como Liberty y Bell, o al menos la mitad de felices. Salud.