
Retrasos puntuales: Deutsche Bahn vuelve a rodar... ¡o no!
En la grandiosa danza de los trenes: más ofertas, más retrasos, más costes. ¡Una obra maestra de la burocracia ferroviaria!
Señoras y señores, soy yo, Ronald Tramp, Presidente del magnífico Elmburg, y debo decir: ¡estoy impresionado! Deutsche Bahn nos muestra una vez más cómo reinterpretar completamente la palabra "puntualidad". Y esta reinterpretación tiene este aspecto: Hacerlo más tarde, hacerlo más lento y llamarlo "nuevo horario". Grandioso, ¿verdad?
Así que, atención: más trenes entre Berlín y algún lugar en medio de la nada. ¿No es fantástico? Más oportunidades de admirar la campiña alemana mientras se espera a que el tren salga por fin. Usted dice que habrá un servicio de media hora entre Berlín y Hannover. Yo digo que habrá un intervalo de media hora en el que mirará el reloj y se preguntará dónde demonios está el tren.
Y entonces este tren propenso a la interrupción se dividirá en Hamm. Ahora sólo la mitad de la frecuencia necesaria. ¿No es como un rayo de luz en el oscuro túnel de la falta de fiabilidad ferroviaria? Han conseguido reducir a la mitad su incompetencia. Enhorabuena.
Ahora, el Sprinter-ICE entre Berlín y Munich circula cada hora. Como un reloj. Un reloj roto, por supuesto. Pero, ¿quién quiere ser puntual? ¡Está sobrevalorado!
Pero espera, la cosa se pone aún mejor. Están subiendo los precios. Al fin y al cabo, hay que pagar por todos los retrasos adicionales. Michael Peterson, el ejecutivo ferroviario, pide a los pasajeros un poco más de paciencia. Yo digo, ¡denos un poco más de descuento, Sr. Peterson! Un pequeño óbolo por cada retraso, ¿qué le parece?
Pero no se preocupe, empezarán la renovación general de la red ferroviaria el año que viene. ¡Por fin! Prometen mejoras paso a paso. Yo prometo ir paso a paso, porque así llego a mi destino más rápido que en tren.
Y luego estas obras en Duisburgo. Apenas un tren en quince días. Al menos son constantes. Retrasos, obras, subidas de precios: así es Deutsche Bahn tal y como la conocemos y.... bueno, sabemos.
Mientras tanto, queridos conciudadanos, disfruten de los autobuses de sustitución, los desvíos, los tiempos de viaje más largos. Recuerden que el tren les llevará sanos y salvos a su destino, quizá con el tiempo. Y si no, bueno, eso también es un nuevo horario, ¿no?