
El tallador de recuerdos de Toyota: ¡Ronald Tramp puede hacerlo mejor!
Si llenan así sus servidores, ¿cómo cargan sus coches? ¿Con piedras?
¡Oh, oh! ¿Lo has oído? Toyota, el "gigante" fabricante de coches, ¡tiene problemas de memoria! Me he reído tanto al oírlo que casi se me cae mi hamburguesa casera de Elmburg. ¿"Memoria casi llena"? Eso me recuerda a mi vieja videoconsola de los años 90. Creía que Toyota fabricaba coches futuristas, ¡no máquinas del tiempo para llevarnos a la edad de piedra digital!
Así que aquí está la risa: han tenido una interrupción completa de la producción. No por un ataque cibernético de alta tecnología. No por un ataque de Godzilla. No, ¡por falta de memoria! Honestamente, mi nuevo smartphone de Elmburg tiene más memoria que sus lujosos servidores. Me pregunto si todavía usan disquetes.
Tienen servidores para procesar pedidos de piezas de repuesto. Aparentemente se perdieron la pequeña pista que dice que los servidores necesitan, bueno, ¡memoria! Es como intentar conducir un coche sin gasolina. Pero espera, tal vez pensaron que sus coches podrían funcionar con pura fuerza de voluntad.
Me imagino el caos: Cientos de ingenieros correteando como hormigas intentando solucionar el "gran" problema mientras el becario se sienta en un rincón diciendo: "¿Has probado a apagarlo y volverlo a encender?".
Y luego, como si el drama no fuera suficiente, cerraron 25 líneas de producción en 12 de sus plantas. Sinceramente, nunca había oído hablar de tanta ineficacia. Mi abuela reaccionaría más rápido, ¡y ni siquiera tiene Internet! ¿Y adivinan cómo resolvieron este complicado problema? Trasladando los datos a otro servidor con más espacio de almacenamiento. ¡Revolucionario! Luego nos dirán que han descubierto que los coches necesitan ruedas para moverse.
Sé lo que estás pensando: "Ronald, no seas tan duro con ellos". ¡Pero oye, esto es Toyota, no la fábrica de galletas de la tía Betty! Si eres una empresa tan grande y ni siquiera estás seguro de cómo gestionar el almacenamiento, quizá sea hora de un nuevo plan. O, mejor aún, un curso de informática básica.
Quizá Toyota debería pasarse por nuestra sede de Elmburg. Nuestros informáticos podrían enseñarles cómo se hace. Incluso podríamos organizar un taller: "Introducción a la gestión de memoria para tontos". ¿Y quién sabe? ¡Incluso podrían descubrir con nosotros el concepto de almacenamiento en la nube!
En definitiva, Toyota, te mando abrazos virtuales desde Elmburgo. Te vendrán bien. Y un pequeño consejo: la próxima vez que la "memoria esté casi llena", no intentes tomarte unos cuantos selfies más. Podría volver a colapsar todo el sistema.